- La V edición del certamen se clausuró esta noche, en un acto presentado por Iria Sobrado
- El corto belga Bos, de Steffen Geypens, fue distinguido como el mejor en la categoría “Outra Mirada”
- Jamila, corto sueco de Sophie Vukovic, mejor corto en la categoría “Horizontes”
- Eco, del madrileño Aitor de Miguel, mejor trabajo en el marco de la categoría “A Raia”
- El mejor corto en la categoría “Nova” fue Je finirais en prison de Canadá, dirigida por Alexandre Dostie
- El Premio Especial del Público fue para el corto Feitizo, de los verinenses Álex González y Patricia Porto
Verín, 12 de septiembrede 2020.- La V edición del Festival Internacional de Cortos, FIC Vía XIV, de Verín bajó hoy el paño con un acto de clausura conducido por la comunicadora Iria Sobrado, en el que se entregaron los premios a los mejores cortos encuadrados en las diferentes categorías. Trabajos de Bélgica, Canadá, Suecia, España y también uno hecho en Galicia (con sello verinense) coparon el palmarés en esta edición 2020 del certamen, celebrado bajo un estricto protocolo de seguridad anti-Covid.
El Premio al Mejor Corto en la Categoría “Outra Mirada” fue para Bos, un trabajo dirigido por Steffen Geypens. Jamila, un corto sueco realizado por Sophie Vukovic, se irguió con el Premio al Mejor Corto en la Categoría “Horizontes”. Por otra parte, Eco -del madrileño Aitor de Miguel- llevó el Premio al Mejor Corto en la Categoría “A Raia” y, finalmente, Je finirais en prison, de Alexandre Dostie, hecha en Canadá, fue distinguida con el Premio al Mejor Corto en la Categoría “Nova”. El Premio del Público fue para Feitizo, un corto dirigido por los jóvenes de Verín Álex González y Patricia Porto.
El jurado decidió también otorgar una mención especial, dentro de la categoría A Raia, al corto Néstor, del portugués Joao González.
El audiovisual, imprescindible durante el confinamiento
En el acto de clausura del FIC Vía XIV 2020, intervino el teniente alcalde de Verín, Diego Lourenzo, quien destacó que “en los últimos meses, todos venimos de vivir momentos en los que el argumento de A peste fue el de nuestra propia existencia: la solidaridad que renace, la importancia de los allegados, la fortaleza de la familia y de los nuestros como pilar para resistir, sentimientos que ya serán siempre parte de nuestro propio film”.
Y en este contexto, destacó, que el audiovisual, “en los instantes de aislamiento obligado con nosotros mismos se hizo imprescindible, como un faro para dirigir el contenido de cada jornada”.
La cultura no debe detenerse
En esta misma línea, ahondó Carlos Montero, director del FIC Vía XIV, al afirmar que tomar la decisión de promover esta quinta edición del certamen no fue algo fácil. Aún así, bajo el convencimiento de que “la cultura no debe detenerse” se impulsó la convocatoria este año y se hizo siguiendo un estricto protocolo que garantizará la seguridad tanto de los invitados, como la de los asistentes y la del propio equipo organizador. “Solo los soñadores mueven montañas”, afirmó Montero, haciendo suya una cita de la película alemana Fitzcarraldo. “Promover el festival en un contexto como el actual lleno de dificultades fue una verdadera odisea”, añadió.
“Y si este sueño, de darle continuidad a nuestro festival y de no detenernos, pudo materializarse fue posible gracias al trabajo y el esfuerzo de un consolidado equipo, muy implicado” y también “gracias al apoyo y esfuerzo de diferentes entidades públicas y privadas que con su respaldo apoyaron el FIC, particularmente el Concello de Verín”, destacó.
Buena respuesta del público
Finalmente, Montero puso en valor también la implicación responsable del público con el certamen, lo que evidencia que la decisión de cambiar la fecha del festival -que solía celebrarse en diciembre- fue acertada. En los siguientes días, según destacó Montero, se facilitarán los datos de asistencia. Sin embargo, el director del certamen avanzó ya que hubo seis sesiones y actividades paralelas que colgaron el cartel de completo durante la semana.

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